EL VINO, LA HISTORIA Y LA CULTURA
"Vino, Baño y Venus desgastan el cuerpo pero son la verdadera vida“
Etimología: Vino, del latín vinum que deriva del griego oinos.
La historia del vino está ligada a la historia de la humanidad desde sus inicios y es tan así, que existen descubrimientos arqueológicos que evidencian métodos de elaboración y bodegas que datan del 6.000 A.C., lo que se conoce como la era de hierro, en donde los pueblos nómadas se volvieron sedentarios, no solo la vid es protagonista en esta época sino también el higo, el trigo y el olivo. Tras su migración desde lo que se conoce como el Cáucaso, la actual Georgia en el medio oriente, al norte y Egipto, la evolución en cuanto métodos de cultivo y elaboración fue significativa y es considerada como el primer periodo de esplendor de la viticultura. Durante esta época, tuvo su primera aparición el método de prensado que fue tan eficaz que siguió siendo utilizando varios milenos después. Fue en el Nilo donde se inicia el comercio con los principales puertos del mediterráneo, diversos historiadores opinan que la necesidad de comercializar el vino da inicio a la economía moderna y otros desarrollos de la civilización actual. Gracias a su cercanía cultural y económica con los minoicos de creta (Grecia), la cultura vinícola se extendió a Grecia, de donde fue difundida a gran parte de Europa. El vino fue tan importante para los griegos que incluso le atribuyen origen divino: Dionisio. En cuanto a la viticultura Teofrasto, escritor griego del S. IV A.C., fue el primero en mencionar formalmente la relación entre el tipo de uva, las características del suelo y el clima con respecto a la calidad del vino, elementos fundamentales en la vitivinicultura moderna.
Con la conquista de los territorios griegos por parte de los romanos, el vino pasó a formar parte de este imperio y fue difundido a través de sus conquistas. Mucho se especula acerca de la calidad del vino romano, lo que se sabe es que tenía gran potencial de guarda, lo que sugiere que contaba con bastante buena calidad. Pompeya fue el principal centro vinícola romano hasta su destrucción en el 79 D.C., con la erupción del volcán Vesubio. Desde Pompeya se distribuyó el vino por el valle del Rodano, llegando posteriormente a Burdeos en tiempos del emperador Julio Cesar, gran apasionado del vino, quien difundió el cultivo de la vid en los territorios del Imperio Romano, entre galos, celtas y germanos.
Tras la destrucción de Pompeya, los romanos fomentaron el cultivo de la vid por todos los rincones del Imperio, de manera que si bien lograron difundir el cultivo a otras regiones europeas, también se generó una sobreproducción de vid en el Imperio, obligando al emperador Domiciano a prohibir la creación de viñedos nuevos, prohibición que estuvo en vigor por casi 200 años, hasta que, el emperador Marco Aurelio Probo la levantó porque debía asegurar el abastecimiento de vino para sus tropas. Por ello, ordenó la plantación de cepas a orillas del Mosela y del Danubio, los territorios vinícolas más importantes de Alemania y Austria en la actualidad. A medida que los romanos fueron consolidando su imperio expandieron el cultivo de la vid por numerosas regiones importando nuevas variedades de uva y difundiendo sus conocimientos vinícolas y sus avances tecnológicos en la producción de vino, tal como lo fueron el lagar, el ánfora y la barrica.